Concepto
El
sufragio o voto es una expresión política de la voluntad individual. Su
existencia tiene por objeto la participación del ciudadano en la designación de
los representantes del pueblo, de determinados funcionarios públicos, o la
aprobación o rechazo de ciertos actos de gobierno.
Consecuencias de la indiferencia cívica y modos de evitarla
Dentro
de la forma representativa y republicana de gobierno adoptada por nuestra
Constitución el pueblo no delibera ni gobierna por si mismo, sino por medio de
los representantes cuya designación se realiza en los respectivos comicios. De
ahí que la ley los rodee de las mayores garantías para que todos los electores
puedan votar sin trabas ni coacciones de ninguna especie. Los defiende, en
efecto, de los posibles abusos y violencias de las autoridades y de los demás
electores.
Pero
eso no basta. Es necesario también que los sufragantes tengan la educación
cívica suficiente para comprender por quien deben votar, para que lo hagan por
los más capaces, pues el arte de gobernar requiere de personas capacitadas
intelectual y moralmente para dirigir con acierto la marcha del país.
Tan
perniciosa como la abstención electoral es la despreocupación cívica. Quien
vota mecánicamente, sin la conciencia del acto que realiza o se guía por
intereses personales o de partido en desmedro de los del país, es un mal
ciudadano y conspira contra el progreso de la Nación y el perfeccionamiento de
sus instituciones.
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